El uso ético de la tecnología y la circulación de los afectos en Kentukis





Kentukis es una novela escrita por Samanta Schweblin, una joven escritora Argentina que conquistó el New York Times. Fue nombrada por el prestigioso periódico como una de las mejores novelas en español.
El ser humano contemporáneo cada vez tiene mayor debilidad de hurgar en la intimidad de los demás a través de la tecnología. ¿Qué es lo que nos pasa? También esta necesidad egoísta, infantil, de que la mirada del otro (de un otro absolutamente anónimo, de cuya opinión sobre nosotros no podemos tener idea) nos justifique, nos complete de alguna manera, nos haga sentir que existimos.
Tomamos de ejemplo la historia de Alina y Sven, una joven pareja que viven momentáneamente en México por una Expo artística de Sven basada en su Kentuki, la cual no termina bien para Alina. La relación entre el Kentuki y Alina comienza de buena manera, con la intriga de quién está detrás, hace juegos subidos de tono y muy agresivos con quién está detrás sin saber quién es. Al final, durante la exposición de Sven descubre quien era el ser, lo cual resultó traumático para Alina porque era un niño, y ella jamás lo había imaginado. Podemos destacar de esta historia el uso no ético del Kentuki de parte de Alina, ya que sometía a un menor sin saberlo. También era muy agresiva con el Kentuki, lo maltrataba no solo psicológicamente, sino físicamente, lo golpeaba, lo dibujaba, le arrancaba sus partes.
Por otra parte, encontramos el relato de Enzo y Luca, un padre divorciado y su hijo. Adquieren un Kentuki el que cual lo cuidaban entre ambos, tenían una buena relación, inclusive el Kentuki lo ayudaba en las tareas del hogar, tenían una buena relación. Un día Enzo trato conversar como un amigo con el Kentuki, pero no resultó porque lo tomo mal y a partir de ahí se distanciaron. Al final del relato descubrimos que quién estaba detrás del Kentuki era un pedófilo, que estaba ahí por Luca, y no quería una relación de amistad con Enzo. Podemos destacar dos lados del uso ético, por un lado Enzo y Luca tuvieron una buena intención con el Kentuki, jamás se imaginaron quien estaba detrás, pero no se puede confiar la relación de tu hijo con un extraño. Por otro lado, la perversión de la persona que estaba atrás del Kentuki, se aprovechaba de la confianza del padre para llegar al hijo.

Por último analizamos el primer relato de Amy, Katia y Robin, tres adolescentes que jugaban eróticamente con el Kentuki. Le habían preparado un tablero con el abecedario para que pueda comunicar con ellas. El Kentuki hacía preguntas muy comprometedoras y termino extorsionándola a su dueña con lo que había visto en la casa. Cuando sus amigas se fueron la dueña lo "mató" encerrándolo en un balde hasta que se agotó la batería. De esta historia podemos destacar que el Kentuki se mete en la intimidad de la casa y lo sabe todo, cosas tan normales que dan vergüenza e incomodidad que los demás lo sepan.

En conclusión, notamos que en todos los relatos se manifiesta un mal uso ético de la tecnología, de ambas partes, ya sea teniendo un Kentuki o siendo uno, hay una falta de conciencia sobre el "juguete" los personajes no tomaban en cuenta la dimensión que tenía y lo usaban como si nadie hubiera detrás de él.



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